Un mes de rebelión popular y el paro continúa
Un combativo saludo a todos los valientes luchadores y a la
clase obrera en general. A un mes de majestuosa lucha popular, es necesario que
hagamos la evaluación de lo realizado desde el 28 de abril del 2021.
Este paro ha sido una gran experiencia para los explotados y
oprimidos de este país; es producto de una enorme explosión social tras la
acumulación de indignación, rabia, hambre y miseria. Y es que desde el 21 de
noviembre del 2019 el pueblo había dado muestras de gran valor, y esa lucha no
se nos había olvidado ni la habíamos dejado a un lado; más cuando la burguesía,
los terratenientes y los imperialistas aprovecharon la pandemia covid-19 para
robar y vivir bien bueno a costillas del pueblo.
Por todo el oprobio cometido contra los trabajadores de la
ciudad y el campo es que este magnífico paro se veía venir; ya lo decíamos los
Comités de Lucha, lo que se estaba gestando era un gran levantamiento popular y
ahora todos los hechos lo han corroborado.
Entonces, es preciso que evaluemos lo que nos ha ido
quedando de todas estas experiencias: se han conquistado reivindicaciones como
echar para atrás la reforma tributaria, no la pudieron aplicar en este momento;
se tumbó al ministro de hacienda, tuvieron que posponer la criminal reforma a
la salud (Decreto 010)… Todo eso es lo positivo que nos ha dejado esta lucha,
además de la unidad de los jóvenes, la clase obrera, los desempleados, los
campesinos, lo indígenas… aquellos que nada tenemos para perder más que las
cadenas, y que en cambio tenemos todo un mundo por ganar.
Sin embargo, así como hay aciertos, hay errores como la
falta de organización para unificar un pliego de exigencias y la falta de
audacia para impedir que los típicos traidores se sigan autodenominando voceros
y dirigentes de este gran paro. Aprender de los errores es de sabios, por eso
debemos continuar haciendo juiciosamente un balance de aciertos y errores que
nos ha legado esta experiencia; aprendiendo a replicar lo correcto y
corrigiendo los errores que se hayan cometido.
Posiblemente nuestros enemigos intenten acabar con el paro
desde las negociaciones con los que se han autodenominado representantes, el
tal CNP que no nos puede representar porque tal organización agremia solo una
parte del movimiento sindical, y son solo el 5 % de los trabajadores en activos
quienes están organizados en sindicatos. Pero el CNP se equivoca si pretende
hablar en nombre del pueblo, pues el 95 % de los que luchan en las calles y
ponen el pecho en los bloqueos son los que realmente representan toda esta
protesta social y popular.
Es por eso que este portentoso levantamiento de masas no
puede sentarse a negociar pacíficamente sin las vías de hecho, pues los
bloqueos son una actividad combativa y necesaria para obligar al narcoestado a
cumplir las exigencias del pueblo. Sabemos que estamos frente a un enemigo
criminal y paramilitar, que lo único que le preocupa es proteger las ganancias
de los ricos y que con terror estatal y al amparo de sus sinvergüenzas leyes
pretende acallar la voz de este gigantesco levantamiento.
Así pues, este movimiento debe continuar haciéndose más
fuerte y contundente, porque siguen las medidas contra el pueblo y la clase
obrera: aún está vigente el Decreto 1174, el Estado terrorista debe responder
por nuestros muertos y desaparecidos. La clase obrera no puede aguantar más
medidas criminales, no debe renunciar a la estabilidad laboral, a los contratos
de trabajo, al derecho a la salud, al derecho a una pensión; debemos continuar
en la lucha porque los derechos se conquistan es peleando, y peleando se
defienden.
No debemos olvidar que una de las mayores conquistas de este
paro es la organización del pueblo en asambleas, son sus espacios de democracia
directa y a través de ellas el pueblo puede seguirse preparando para que pase
lo que pase la llama de la rebelión obrera y popular siga viva. Es posible que
cuando el régimen considere que el movimiento ya está en frío, que se han
apaciguado los ánimos, arremeta nuevamente con sus reformas y medidas. Pero se
engañan, donde hay explotación, opresión, hambre y miseria siempre habrá
oposición, resistencia y rebelión. La clase obrera seguirá luchando hasta
conquistar lo que es justo.
Así las cosas, debemos tener claro que suceda lo que suceda,
si quizá debemos retirarnos no será derrotados ni en desbandada; no, este
extraordinario paro nos exigirá un repliegue ordenado y organizado para
concretar y materializar tareas que nos permitan resurgir pronto en un
levantamiento más organizados y fuertes, para lograr conquistas más
importantes.
La próxima lucha ya no será contra una reforma o por tumbar
un Gobierno, la próxima lucha será para instaurar un nuevo Estado de obreros y
campesinos, para abolir de una vez por todas, la explotación del hombre por el
hombre.
No nos queda otro camino. Las luchas están a pedir de boca,
por eso continuaremos en esta larga y dura batalla, pero siempre esforzándonos
por lograr las victorias y los éxitos que la clase obrera necesita.
Este 28M, con grandes movilizaciones a nivel nacional
celebramos 30 días de lucha que no se habían visto en la historia de Colombia. Este
28M honramos la vida de todos los jóvenes asesinados por el Estado y sus
fuerzas represivas en este Paro.
Que el paro continúe, llamamos a preparar y realizar la Asamblea Nacional Obrera, Campesina y
Popular y que nos sigamos preparando para futuras batallas, más generales y
más contundentes: un Gran Paro de la Producción que le dé donde más le duele la
burguesía y que dé al traste con este Gobierno asesino.
28 de mayo del 2021
Comités de Lucha
Comité por el Paro General Indefinido