viernes, 17 de junio de 2016

SIGUEN ASESINANDO MIENTRAS HABLAN DE PAZ






Sí, mientras los gobernantes y guerrilleros hablan de paz y posconflicto… el Estado en cabeza de Santos y los grupos paramilitares amparados por las fuerzas militares, siguen asesinando dirigentes sociales, reclamantes de tierras y activistas de “derechos humanos”. Esa es la paz de los oligarcas y del gobierno que los dirigentes de la llamada izquierda y los directivos de las centrales sindicales respaldan y ayudaron a reelegir.

Las cifras son escandalosas. Según el diario El Espectador del 5 de abril, en el transcurso del año: “se han producido 28 asesinatos, 13 de los cuales se dirigieron contra defensores de derechos humanos y 15 fueron objeto de acciones de 'limpieza social', estrategia de los criminales para crear miedo.”

El propio Ministro de Gobierno, Juan Fernando Cristo reconoció el 9 de abril que en lo que va corrido del año han sido asesinados 12 dirigentes sociales, es decir un crimen político por semana; en una declaración hipócrita dijo: “andamos en contacto con dirigentes de derechos humanos, de la Marcha Patriótica, de la Unión Patriótica, la Cumbre Agraria y les estamos pidiendo que conformen un equipo con cinco representantes de las organizaciones sociales para establecer medidas”.  Y se comprometió a crear una comisión con representantes del ministerio de Defensa, la Policía Nacional, entre otras, las mismas fuerzas encargadas de perpetrar y encubrir los crímenes “a fin de evitar que sigan asesinando a líderes sociales en el país”.

Es tan terrible la situación de violencia e impunidad que hasta el gobierno central de Estados Unidos se pronunció preocupado porque en Colombia impera: “Un sistema judicial ineficaz sujeto a la intimidación limita la capacidad del Gobierno para perseguir eficazmente a individuos acusados de violaciones de derechos humanos, entre ellos exmiembros de grupos paramilitares”. Y porque sigue rampante la actividad de “grupos criminales, algunos de los cuales integran antiguos paramilitares”.

Por su parte, voceros de Marcha Patriótica afirman que sólo en el mes de marzo las víctimas superan a las que ha informado el gobierno para todo el año y entre las que se cuentan: Maricela Tombé del Congreso de los Pueblos, Alexander Oime de la Organización Nacional Indígena de Colombia, Klaus Zapata de la Juventud Comunista, Milton Escobar de la Unión Patriótica, William Castillo, Alex Carrillo, Cristian y Jorge Castiblanco de Marcha Patriótica. En los primeros días de abril aparecido muerto con signos de tortura el joven estudiante Nelsón Andrés Junca de la Unión Patriótica. A estos asesinatos se suma la mascare de nueve campesinos en el departamento de Putumayo; la detención de Noreida del Carmen Trejos, Rigoberto Marín Vallejo, José Orlando Ángel Quintero y Wilson Castrillón. Además, prosiguen los atentados y amenazas contra dirigentes sociales y políticos, incluidos reconocidos dirigentes liberales como Piedad Córdoba. 

Si se tiene en cuenta que desde la fundación de Marcha Patriótica en el 2012 han sido asesinados 116 sus militantes, no es una exageración pensar que ésta es otra versión de la misma y peligrosa paz de los sepulcros que exterminó a la Unión Patriótica a mediados de los 80.

¡CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO!

¡LUCHA DIRECTA Y ORGANIZADA DE LAS MASAS!

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