Al
analizar la situación actual, el Encuentro reconoce que Colombia no escapa a la
crisis económica que sacude al capitalismo mundial; esta crisis se manifiesta
brutalmente en la economía del país, haciendo más pesada la dominación impuesta
por el imperialismo principalmente yanqui, en lucha permanente con los
imperialistas europeos y asiáticos; esta crisis es la causa más profunda de la álgida
lucha por el poder del Estado entre las clases dominantes arrodilladas al
imperialismo, y es a su vez la causante del agravamiento de la crisis social,
así como de la agudización de la lucha de clases en la sociedad colombiana.
La
crisis económica, social y política que atraviesa Venezuela, gobernada por una
burguesía que hipócritamente Maduro disfraza de socialista, le ha servido al
gobierno uribista en cabeza de Iván Duque como cortina de humo para tratar de
ocultar la propia crisis que padece Colombia; su intromisión en el hermano país
solo ha dejado en claro su servilismo al imperialismo yanqui y al gobierno de
Trump.
El gobierno
de Iván Duque es el ejecutor de la voluntad de los grandes monopolios
imperialistas y la oligarquía nativa, cuya Agenda
Empresarial o nuevo plan de gobierno, pretende seguir descargando sobre el
pueblo trabajador todo el peso de la crisis con nuevas medidas antiobreras y
antipopulares que agravan la terrible situación de los obreros, campesinos,
indígenas, desplazados, desempleados, pequeños productores y comerciantes con
la rebaja del salario real, con nuevas reformas lesivas como la tributaria y
pensional, con recortes al gasto social que empeora y agrava la crisis de la
salud y la educación, mientras aumenta el presupuesto de guerra, rebaja los
impuestos a los ricos y otorga grandes beneficios a los monopolios a costa de
la miseria del pueblo y la destrucción del medio ambiente.
El de
Duque es un gobierno terrorista y criminal que ante las justas peticiones del
pueblo trabajador responde con el garrote, los gases y las balas, mientras las
bandas de sicarios patrocinadas por las fuerzas del uribismo, financiadas por
los monopolios, grandes empresarios y terratenientes, amparadas por las fuerzas
militares y el Estado, amenazan y asesinan sistemáticamente dirigentes obreros,
campesinos, indígenas y populares. Esa actuación de las clases dominantes y el
Estado demuestra que la paz de los ricos es una mentira y un engaño.
El
pueblo trabajador no se amedrenta frente a las pretensiones de los
explotadores, ni a la ola de terror y muerte. Por el contrario, es evidente el arrollador avance y ascenso del movimiento
de masas, cada vez más radical y revolucionario, siendo frecuentes las Huelgas
Políticas de Masas (todas la luchas enfrentan al Estado) haciendo surgir nuevas
formas de organización y de lucha para enfrentar ya no solo a las fuerzas
represivas del Estado como a la Policía y el Esmad, sino también a las bandas
pagadas por los explotadores como quedó en evidencia en Popayán con los
atentados a las sedes del CRIC y su EPS – IPS.
En
medio de este ascenso poderoso, aparecen supuestos salvadores del pueblo, haciendo
llamados al paro, obligados por la presión que las bases ejercen en sus
direcciones sindicales y sociales; pero estos dirigentes continúan confiando en
el Estado de los ricos: en las “mesas de trabajo” de donde no surgen soluciones
sino dilaciones, y en los debates inservibles en el parlamento; con el
agravante de pretender encausar la indignación y la lucha del pueblo trabajador
al servicio de las campañas para las próximas elecciones y de respaldo a la
mentira de la paz de los ricos; de esta manera tratan de desviar la lucha
sembrando confianza en el Estado que defiende a rajatabla los intereses de los
enemigos del pueblo.
Se
necesita conquistar la independencia del movimiento frente al Estado para que
el ánimo de lucha del pueblo trabajador se mantenga, para aumentar la movilización
y encausar la rebeldía popular hacia un gran enfrentamiento con los centenarios
enemigos del pueblo colombiano, conocido como Huelga Política de Masas y que
hoy se concreta en un Paro Nacional Indefinido.
Los
Comités de Lucha se comprometen a trabajar con todas sus fuerzas a preparar y
organizar el Paro Nacional Indefinido buscando la unidad del pueblo trabajador
alrededor de sus reivindicaciones inmediatas más sentidas, por encima de las
divisiones artificiales que hoy le impiden unir y generalizar sus luchas en una
sola y poderosa confrontación que haga retroceder a sus enemigos.
Manifiestan
su disposición a trabajar mancomunadamente con todos aquellos que defiendan los
intereses populares y se comprometan sinceramente a preparar y organizar el
Paro Nacional Indefinido por encima de las diferencias ideológicas y políticas.
Llama a
la clase obrera, a los campesinos e indígenas, a los desplazados y
desempleados, a los maestros y estudiantes, a los viviendistas y pobladores… en
fin, a todo el pueblo trabajador a unirse para la lucha, a crear los Comités de
Paro por todas partes, a realizar las asambleas y encuentros locales, regionales
y nacional para unir las reivindicaciones, las voluntades y los esfuerzos en un
gran Paro Nacional Indefinido que conquiste con la huelga, el bloqueo y la
movilización en las calles las reivindicaciones inmediatas del pueblo; una
lucha que hace parte de sus esfuerzos por la liberación definitiva de las
cadenas del imperialismo y la explotación capitalista.
Encuentro
Nacional de Activistas de Comités de Lucha
Abril
6 de 2019
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