Hace
40 años, el pueblo colombiano dijo NO A
LA POLITIQUERÍA, SÍ A LA LUCHA DIRECTA; mostró una vez más que la lucha
directa, organizada y en la calle, es lo que permite conquistar y defender sus
derechos; que la unidad y solidaridad de los explotados y oprimidos contra el
Estado de los explotadores, logra grandes triunfos.
Hace 40 años, en
el Paro Cívico de 1977, a través de la huelga, del paro, se ratificó que son
armas poderosas para enfrentar y ganarle al Estado, al gobierno y a los
empresarios que amasan sus fortunas superexplotando a la gran masa del pueblo
trabajador mediante reformas laboral, pensional y tributaria, rebajando los
salarios al nivel de hambre y miseria.
Hoy, 40 años
después, las condiciones reales de los de abajo son aún peores, sus problemas
se han multiplicado: hay más de ocho millones de desplazados, miles de
desaparecidos producto del despojo violento a los pobres del campo; explotación
minera y petrolera por empresas capitalistas que están acabando con la
naturaleza, el medio ambiente y ocasionando problemas de toda índole a los
habitantes de estas zonas; represión y persecución laboral a los obreros;
salarios integrales y contratación tercerizada; despidos masivos y altísimo
número de desempleados; la salud del pueblo en manos de empresas privadas que
solo les interesa la ganancia, obtenida por la mala atención, deterioro y
muerte de miles de pacientes…
Estas
y muchas más situaciones, obligan al pueblo a tomar el ejemplo de aquellos
valientes luchadores que se levantaron como una sola fuerza, aislando la
politiquería electorera; todos como uno solo: Obreros, pueblo asalariado en
general, campesinos, pequeños propietarios, desempleados, amas de casa,
destechados, habitantes de los cinturones de miseria, estudiantes, mujeres
obreras. Fue un gran día de choque social entre la clase obrera y los dueños
del capital asentando un golpe donde más duele a los ricos, con el paro de la
producción industrial. Paró la industria fabril, el transporte urbano, el
comercio y la producción, la educación, el trabajo en los puertos marítimos, el
transporte aéreo y terrestre, hubo bloqueos de campesinos…. Las masas se
enfrentaron con mucha valentía a las fuerzas represivas y a los esquiroles.
Hechos
importantísimos que convirtieron el Paro “Cívico”, en una Huelga Política de
Masas, fue una jornada de confrontación y no de conciliación de clases entre
los de arriba y los de abajo, adquiriendo un carácter político, irreconciliable
entre clases antagónicas. Esta ejemplar lucha consiguió echar para atrás los
deseos de imponer el salario integral y la reforma laborar; el gobierno se vio
obligado a aumentar el salario mínimo: el 1 de agosto incrementó 5,1% para
disuadir el Paro. Después de la jornada, cumpliendo las condiciones del pueblo,
decretó en octubre un aumento del 25,8% a partir del 1 de noviembre. Y 10,3% a
partir del 1 de mayo de 1978.
“La
rebeldía del pueblo forjó la voluntad para pasar por encima de los dirigentes
de las centrales sindicales patronales, Confederación de Trabajadores de
Colombia – CTC (liberal), Unión de Trabajadores de Colombia UTC (conservadora)
y Confederación General del Trabajo – CGT (socialcristiana) y de la central
reformista Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia – CSTC (falsos
comunistas), obligándolas a convocar el paro nacional, uniendo por la base y al
calor de la lucha al movimiento sindical, que tenía en el Sindicalismo
Independiente de aquella época, su expresión más consciente y clasista”.
El
pueblo trabajador colombiano, 40 años después de la ejemplar Huelga Política de
Masas de 1977, debe seguir avanzando por el camino correcto, el de la lucha
directa; con absoluta independencia de la politiquería, y en oposición de la
farsa electorera del 2018, levantar las banderas de lucha contra el oportunismo
que concilia con los enemigos del pueblo, distrae y divide a las masas
trabajadoras con ilusiones politiqueras. Debe continuar e intensificar los
paros, huelgas, movilizaciones, asonadas, bloqueos; avanzar en la unidad,
organización e independencia confrontando de esa manera a los de arriba,
peleando por: ALZA GENERAL DE SALRIOS, SALUD, EDUCACIÓN Y VIVIENDA PARA EL
PUEBLO; CONTRATACIÓN DIRECTA Y ESTABILIDAD LABORAL; DERECHO DE ASOCIACIÓN,
MOVILIZACIÓN Y HUELGA; SOLUCIÓN INMEDIATA Y EFECTIVA PARA LOS DESPLAZADOS…
En
el 77, los de abajo enseñaron que los derechos se conquistan, encauzando los
paros, huelgas, motines, asonadas, todas las luchas, por un solo camino que una
a todo el pueblo en una poderosa Huelga Política de Masas. Esta es la vía hoy
contra el gobierno de Santos y sus engaños de “Paz, Equidad y Educación”,
porque bajo su careta democrática no ha dado nada de esto al pueblo, y sí todo
en beneficio de burgueses y terratenientes, arreciando el ataque de las clases
dominantes contra el pueblo, demostrando que la paz de los ricos sigue siendo
guerra contra el pueblo, por eso hay que denunciar y gritar: ¡Abajo el engaño
de las negociaciones de paz, que distrae a los explotados del camino de lucha
directa para conquistar y defender sus derechos!
Mientras
entretiene con sus falsas promesas de paz, incrementa el número de asesinatos,
amenazas, desapariciones y atentados contra líderes sociales; por tanto la
consigna debe ser: ¡CONTRA el terrorismo de Estado que coarta, detiene, elimina
o desaparece a quien no acepta los designios del Estado representante de los
intereses de los burgueses, terratenientes e imperialistas!
Durante el
gobierno del premio Nobel de Paz, ha seguido el desplazamiento. El pueblo debe
levantarse CONTRA la guerra reaccionaria que ha generado en los últimos años
millones de víctimas y continua despojando violentamente y con engaños a los
pobres del campo.
Una
de las reivindicaciones en el paro del 77 fue la jornada laboral de 8 horas y
salario básico para los conductores del transporte público. Hoy el pueblo debe
pelear CONTRA la imposición del monopolio en el transporte público, el aumento
en las tarifas, su pésimo servicio y las condiciones infernales en que laboran
sus trabajadores.
Sobradas
razones hay para conmemorar los 40 años del Paro de 1977, siguiendo su ejemplo
de lucha directa y en las calles, diciendo NO a la politiquería, sin caer en la
trampa de la próxima campaña electorera de quienes aprovechan para hacer miles
de promesas y alcanzar puestos en el corrupto Estado, utilizando como carnada
todos los problemas de los de abajo ocasionados por los de arriba, y que no
tendrán solución desde ese Estado que salvaguarda solamente los intereses de
los ricos.
Hoy,
40 años después, que sea un motivo para fortalecer los lazos de unidad y
hermandad entre los explotados y oprimidos avanzando hacia la realidad del Paro
Nacional Indefinido, para unir y generalizar la Huelga Política de Masas en
Colombia “que paralice la producción en
todo el país, que involucre a todos los trabajadores, sobre todo a los obreros
industriales, para exigir directamente al Estado las reivindicaciones más
urgentes de las masas trabajadoras.” “Huelga Política de Masas que contribuye a preparar el avance general
del movimiento obrero en alianza con los campesinos, hacia la Revolución
Socialista que necesita la sociedad colombiana.” (Plataforma de Lucha del
pueblo colombiano)
Comités de Lucha
– Colombia
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