lunes, 11 de septiembre de 2017

CONMEMORAR EL PARO CÍVICO DE 1977, UNIENDO Y GENERALIZANDO LA HUELGA POLÍTICA DE MASAS



Hace 40 años, el pueblo colombiano dijo NO A LA POLITIQUERÍA, SÍ A LA LUCHA DIRECTA; mostró una vez más que la lucha directa, organizada y en la calle, es lo que permite conquistar y defender sus derechos; que la unidad y solidaridad de los explotados y oprimidos contra el Estado de los explotadores, logra grandes triunfos.
Hace 40 años, en el Paro Cívico de 1977, a través de la huelga, del paro, se ratificó que son armas poderosas para enfrentar y ganarle al Estado, al gobierno y a los empresarios que amasan sus fortunas superexplotando a la gran masa del pueblo trabajador mediante reformas laboral, pensional y tributaria, rebajando los salarios al nivel de hambre y miseria.
Hoy, 40 años después, las condiciones reales de los de abajo son aún peores, sus problemas se han multiplicado: hay más de ocho millones de desplazados, miles de desaparecidos producto del despojo violento a los pobres del campo; explotación minera y petrolera por empresas capitalistas que están acabando con la naturaleza, el medio ambiente y ocasionando problemas de toda índole a los habitantes de estas zonas; represión y persecución laboral a los obreros; salarios integrales y contratación tercerizada; despidos masivos y altísimo número de desempleados; la salud del pueblo en manos de empresas privadas que solo les interesa la ganancia, obtenida por la mala atención, deterioro y muerte de miles de pacientes…
Estas y muchas más situaciones, obligan al pueblo a tomar el ejemplo de aquellos valientes luchadores que se levantaron como una sola fuerza, aislando la politiquería electorera; todos como uno solo: Obreros, pueblo asalariado en general, campesinos, pequeños propietarios, desempleados, amas de casa, destechados, habitantes de los cinturones de miseria, estudiantes, mujeres obreras. Fue un gran día de choque social entre la clase obrera y los dueños del capital asentando un golpe donde más duele a los ricos, con el paro de la producción industrial. Paró la industria fabril, el transporte urbano, el comercio y la producción, la educación, el trabajo en los puertos marítimos, el transporte aéreo y terrestre, hubo bloqueos de campesinos…. Las masas se enfrentaron con mucha valentía a las fuerzas represivas y a los esquiroles.
Hechos importantísimos que convirtieron el Paro “Cívico”, en una Huelga Política de Masas, fue una jornada de confrontación y no de conciliación de clases entre los de arriba y los de abajo, adquiriendo un carácter político, irreconciliable entre clases antagónicas. Esta ejemplar lucha consiguió echar para atrás los deseos de imponer el salario integral y la reforma laborar; el gobierno se vio obligado a aumentar el salario mínimo: el 1 de agosto incrementó 5,1% para disuadir el Paro. Después de la jornada, cumpliendo las condiciones del pueblo, decretó en octubre un aumento del 25,8% a partir del 1 de noviembre. Y 10,3% a partir del 1 de mayo de 1978.
“La rebeldía del pueblo forjó la voluntad para pasar por encima de los dirigentes de las centrales sindicales patronales, Confederación de Trabajadores de Colombia – CTC (liberal), Unión de Trabajadores de Colombia UTC (conservadora) y Confederación General del Trabajo – CGT (socialcristiana) y de la central reformista Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia – CSTC (falsos comunistas), obligándolas a convocar el paro nacional, uniendo por la base y al calor de la lucha al movimiento sindical, que tenía en el Sindicalismo Independiente de aquella época, su expresión más consciente y clasista”.
El pueblo trabajador colombiano, 40 años después de la ejemplar Huelga Política de Masas de 1977, debe seguir avanzando por el camino correcto, el de la lucha directa; con absoluta independencia de la politiquería, y en oposición de la farsa electorera del 2018, levantar las banderas de lucha contra el oportunismo que concilia con los enemigos del pueblo, distrae y divide a las masas trabajadoras con ilusiones politiqueras. Debe continuar e intensificar los paros, huelgas, movilizaciones, asonadas, bloqueos; avanzar en la unidad, organización e independencia confrontando de esa manera a los de arriba, peleando por: ALZA GENERAL DE SALRIOS, SALUD, EDUCACIÓN Y VIVIENDA PARA EL PUEBLO; CONTRATACIÓN DIRECTA Y ESTABILIDAD LABORAL; DERECHO DE ASOCIACIÓN, MOVILIZACIÓN Y HUELGA; SOLUCIÓN INMEDIATA Y EFECTIVA PARA LOS DESPLAZADOS…

En el 77, los de abajo enseñaron que los derechos se conquistan, encauzando los paros, huelgas, motines, asonadas, todas las luchas, por un solo camino que una a todo el pueblo en una poderosa Huelga Política de Masas. Esta es la vía hoy contra el gobierno de Santos y sus engaños de “Paz, Equidad y Educación”, porque bajo su careta democrática no ha dado nada de esto al pueblo, y sí todo en beneficio de burgueses y terratenientes, arreciando el ataque de las clases dominantes contra el pueblo, demostrando que la paz de los ricos sigue siendo guerra contra el pueblo, por eso hay que denunciar y gritar: ¡Abajo el engaño de las negociaciones de paz, que distrae a los explotados del camino de lucha directa para conquistar y defender sus derechos!
Mientras entretiene con sus falsas promesas de paz, incrementa el número de asesinatos, amenazas, desapariciones y atentados contra líderes sociales; por tanto la consigna debe ser: ¡CONTRA el terrorismo de Estado que coarta, detiene, elimina o desaparece a quien no acepta los designios del Estado representante de los intereses de los burgueses, terratenientes e imperialistas!
Durante el gobierno del premio Nobel de Paz, ha seguido el desplazamiento. El pueblo debe levantarse CONTRA la guerra reaccionaria que ha generado en los últimos años millones de víctimas y continua despojando violentamente y con engaños a los pobres del campo.
Una de las reivindicaciones en el paro del 77 fue la jornada laboral de 8 horas y salario básico para los conductores del transporte público. Hoy el pueblo debe pelear CONTRA la imposición del monopolio en el transporte público, el aumento en las tarifas, su pésimo servicio y las condiciones infernales en que laboran sus trabajadores.
Sobradas razones hay para conmemorar los 40 años del Paro de 1977, siguiendo su ejemplo de lucha directa y en las calles, diciendo NO a la politiquería, sin caer en la trampa de la próxima campaña electorera de quienes aprovechan para hacer miles de promesas y alcanzar puestos en el corrupto Estado, utilizando como carnada todos los problemas de los de abajo ocasionados por los de arriba, y que no tendrán solución desde ese Estado que salvaguarda solamente los intereses de los ricos.
Hoy, 40 años después, que sea un motivo para fortalecer los lazos de unidad y hermandad entre los explotados y oprimidos avanzando hacia la realidad del Paro Nacional Indefinido, para unir y generalizar la Huelga Política de Masas en Colombia “que paralice la producción en todo el país, que involucre a todos los trabajadores, sobre todo a los obreros industriales, para exigir directamente al Estado las reivindicaciones más urgentes de las masas trabajadoras.” “Huelga Política de Masas  que contribuye a preparar el avance general del movimiento obrero en alianza con los campesinos, hacia la Revolución Socialista que necesita la sociedad colombiana.” (Plataforma de Lucha del pueblo colombiano)


Comités de Lucha – Colombia

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