miércoles, 12 de septiembre de 2018

SALUDO DE IMPULSORES DE LOS COMITÉS DE LUCHA CALI AL ENCUENTRO NACIONAL DE PENSIONES


Saludo fraternal y combativo de parte de los impulsores de los comités de lucha y su órgano informativo EL FARO
Se acerca el 14 de septiembre, fecha muy importante para los comités y el movimiento social, pues en esta fecha conmemoramos el poderoso Paro Nacional de 1977, no para recrearnos en remembranzas históricas, sino para aprender de sus lecciones, de su inagotable fuente de conocimientos y saberes, que podemos aprovechar para la lucha presente, para los combates venideros y fundamentalmente para la preparación y organización del Paro Nacional Indefinido o Huelga Política de Masas, donde el mando sea la rebeldía popular, que haga retroceder a la burguesía parásita de sus propósitos de arrodillar y super-explotar al pueblo colombiano, en sus ansias desesperadas por acumular riquezas a costillas de los trabajadores.
Ya han pasado 41 años de la heroica lucha que protagonizó nuestra clase en contra de sus enemigos, contra la explotación y opresión, encarnada en aquel entonces, por el demagogo liberal y enemigo del pueblo Alfonso López Michelsen; como todo gobierno que defiende y administra los intereses de los holgazanes ricachones, por eso decretó la consabida reforma tributaria que afectaba directamente los bolsillos de la clase trabajadora ¡Igual que ahora! y, para rematar implantó el Estado de sitio, fórmula dictatorial para reprimir y acallar la protesta social, declarando ilegales las huelgas obreras, reprimiendo pacíficas manifestaciones populares y campesinas ¡Igual que ahora!
El odio del pueblo contra este gobierno no se hizo esperar, pero es pertinente aclarar que la realización del paro no fue una obra de los politiqueros tradicionales y oportunistas enquistados en la dirección de las centrales obreras de ese tiempo; el paro del 77 fue el resultado del cúmulo de luchas de los años anteriores, expresadas en tomas de tierra por parte del movimiento indígena y campesino, manifestaciones y paros por vivienda, mejores y baratos servicios públicos, mejores salarios, etc.
Bogotá fue bastión y ejemplo a seguir de la capacidad del pueblo para organizar bloqueos, barricadas, obstrucción de los centros fabriles, constantes enfrentamientos con la fuerza pública, donde se demostró que una vez más el terrorismo de Estado es el arma predilecta de la clase dominante para intentar frenar el odio y la rebeldía del pueblo. Situación parecida se dio en las principales capitales, la clase obrera de base se puso al frente del movimiento sin que le importara las medidas represivas en su contra; fue una clara demostración de que la clase obrera era capaz de echar atrás las medidas antipopulares del gobierno de turno, que frente al fuerte movimiento social en contra suya y de la burguesía que representaba, no tuvo otra opción que decretar un aumento salarial escalonado, que en un periodo de seis meses, alcanzó un significativo incremento del 40%, sobre el salario mínimo de ese momento.
Nunca como ahora la clase obrera y el pueblo en general, tiene que decidirse y comprometerse con la unidad real y consciente, que posibilite la defensa y la lucha de sus derechos vulnerados y pisoteados, entre muchos el derecho a un empleo con salario digno, que permita tener un existencia también digna y, en el caso que nos ocupa una pensión digna, que en lugar de rebajarse, se reajuste en beneficio de los productores de la riqueza social.
Las condiciones que motivaron el paro del 77, son muy parecidas a los tiempos actuales, solo que ahora, los sufrimientos del pueblo se han multiplicado, por esto mismo, el paro que se avecina tendrá que ser fuerte y contundente.
¿Cuál es el camino a seguir?
El camino es la lucha organizada, como lo vienen proponiendo diversos sectores y organizaciones sociales, entre ellas los comités de lucha, en correspondencia con la popular consigna: ¡UN SOLO PUEBLO, UNA SOLA LUCHA! Por eso reafirmamos que las reivindicaciones condensadas y manejadas en un solo ramillete, que confluyan en un solo movimiento, llámese paro o Huelga Política de Masas, es lo que hará posible la conquista de los derechos negados, ¡Que sirva de contundente respuesta a la burguesía chupasangre y su obscura pretensión de descargar sobre el pueblo la crisis de su economía!
En conclusión, el paro del 77 demostró y demostrará ahora, todo lo que pueden hacer y lograr las masas cuando se organizan para la lucha. Sabemos de sobra que la huelga es el talón de Aquiles del gran capital y, también sabemos que es el arma más poderosa y efectiva en manos de los obreros, para mejorar sus condiciones. Cuando la producción se paraliza, se pone al descubierto el carácter parásito del patrón, que se vuelve impotente frente al tsunami social que no es otra cosa que el Paro Nacional Indefinido o Huelga Política de Masas. El patrón se descompone, se retuerce de la ira y no le queda otra salida que ceder a las exigencias del pueblo.
Por último compañeros, les recordamos que nos enfrentamos a un Estado que día a día le echa leña al fuego de las contradicciones sociales, irresueltas bajo este sistema, un Estado que acrecienta el odio contra las clases dominantes usurpadoras de la riqueza social, un Estado donde los antagonismos entre una clase explotadora y una clase obrera explotada, que lo produce todo pero carece de la riqueza social, hará inevitable el enfrentamiento entre clases, que más temprano que tarde desembocará en un formidable y gigantesco Paro Nacional Indefinido.
Por todo lo anterior, urge la dirección de los luchadores honestos y revolucionarios sin tacha alguna y con la participación del pueblo trabajador dispuesto a todo; dispuesto a darle un vuelco a este oprobioso infierno de explotación, opresión y miseria y así poder lograr mejores condiciones de vida que nos permitan pensar en un luminoso futuro, que con la unidad, organización y lucha, tendrá la posibilidad y la certeza de conseguir su objetivo, que no es otro que la emancipación del yugo capitalista, para dar paso a una sociedad donde la ganancia de una minoría no sea lo principal, sino por el contrario una sociedad que disfrute a manos llenas de la riqueza social, creada y generada por la gloriosa clase obrera.
¡VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO COLOMBIANO!
¡VIVA EL ALZA GENERAL DE SALARIOS!
¡NI EL ESTADO NI LOS POLITIQUEROS SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO! ¡SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO! ¡SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!


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