lunes, 11 de septiembre de 2017

Es Falso Que Los Desplazados En Colombia, Hayan Recibido Soluciones Efectivas


Es lo que muestra los siguientes testimonios directos de desplazados de diferentes partes del país.
•        Hay acceso limitado en educación, empleo y atención en salud. No hay planes de vivienda.
•        Al ser obligados a desplazarse a las ciudades y vivir en lugares periféricos, los hijos se han involucrado en pandillismo, delincuencia, consumo de drogas y prostitución.
•        Se presenta asesinato constante de los líderes reclamantes de tierras y defensores de sus derechos, y el Estado los adjudica a otras causas.
•        No quieren retornar al campo porque no hay ninguna garantía de seguridad, a pesar que en la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras y los acuerdos firmados con las FARC, el gobierno les promete garantías de no repetición.
•        Son revictimizados por el mismo Estado. Son burlados por las Mesas de Víctimas, éstas están al servicio del Estado.
•        Muchos desplazados mueren esperando la indemnización, mientras que los grandes poderosos que fueron víctimas de secuestro, como Alan Jara, sí recibieron rápidamente abultadas indemnizaciones.
•        El gobierno ha incumplido con las promesas de la Ley 1448. Las víctimas del desplazamiento son el “eje central” en el proceso de paz, pero aumenta la violencia cambiando solo el método de accionar.
•        A las mujeres desplazadas víctimas de violencia sexual, la Unidad de Víctimas no las incluye, no son incluidas en el restitución de tierras; son revictimizadas.
•        Luego de 10 años de desplazamiento, ya no tienen derecho a nada, ni proyecto productivo, ni ayuda humanitaria.
•        Las mujeres han sufrido en carne propia las consecuencias del desplazamiento, y hoy muchas están sufriendo la explotación sexual porque han tenido que prostituirse para llevar un pan a sus hijos, porque el Estado no ha sido capaz de solucionar nada.Las asesinan, son víctimas de trata de personas, y de eso no se habla nada en los medios. Hay mujeres esclavas sexuales que se convierten en alcohólicas y drogadictas porque no soportan ser violadas por unos cuantos pesos.
Son muchas más las palabras de los desplazados, las declaraciones, que dejan en firme la verdad sobre la actuación del Estado y sus instituciones, de qué lado están realmente.
Es a la vez una demostración viva para que los desplazados no sigan depositando su confianza en el Estado, ni en el gobierno de Santos o cualquiera de sus establecimientos que han montado, con el fin de “servir” a las “víctimas”.
En la Ley 1448 se lee: “El pleno reconocimiento de los derechos de las víctimas es un histórico paso hacia la construcción de la paz. La centralidad de las víctimas y el pleno reconocimiento de sus derechos son para los colombianos una prioridad absoluta.”
En el acuerdo final de La Habana, en el punto 1.1.7. “Restitución: el Gobierno Nacional y las FARC-EP comparten el propósito de que se reviertan los efectos del conflicto, que se restituyan a las víctimas del despojo y del desplazamiento forzado y a las comunidades sus derechos sobre la tierra, y que se produzca el retorno voluntario de mujeres y hombres en situación de desplazamiento. ….”
En el punto 5. Acuerdo sobre las Víctimas del Conflicto: “Resarcir a las víctimas está en el centro del Acuerdo entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP.”
“...tienen derecho a ser resarcidas por los daños que sufrieron a causa del conflicto...”
Teniendo en cuenta solamente estos poquitos apartes de los acuerdos de La habana y la ley 1448, es fácil darse cuenta que son promesas de papel, y que todo está pensado para favorecer a los responsables de la guerra y el despojo violento a los pobres del campo; que las leyes con sus reformas, decretos y acuerdos entre explotadores han sido precisamente para legalizar ese despojo favoreciendo el desarrollo capitalista en el campo; han permitido que grandes empresas capitalistas nacionales y extrajeras se hayan apoderado de las tierras posando como “compradores de buena fe” y aumentar sus incalculables riquezas, mientras los desplazados están cada día peor. La Ley de Víctimas ha servido a funcionarios corruptos y a politiqueros responsables del desplazamiento y de miles de asesinatos y desapariciones, y sin embargo andan por ahí libres protegidos por el Estado.
En cuanto a la “reparación”, viendo solo unos ejemplos de las que dicen han dado, y que reportan en los medios de comunicación burgueses, efectivamente sí han dado dinero a unas pocas familias, pero son cantidades que representan realmente una miseria; son limosnas y no alcanza a cubrir en lo más mínimo, todo lo que el Estado les debe. Los gobernantes y funcionarios son tan descarados que se atreven a afirmar  “que reparar a las víctimas es construir paz”. Que “no entregan dinero, sino futuro” para los desplazados.
Los Comités de Lucha hacen un llamado a los compañeros desplazados, a trabajar por la unidad y organización; a depositar toda su confianza única y exclusivamente en su fuerza, a volcarse a la calle y luchar por exigir sus derechos. La barbarie que todo el país conoce, no cesa; continúan desplazando, asesinando líderes y campesinos, donde el principal actor es el Estado capitalista en común acuerdo con los demás actores que para el pueblo y el país no son desconocidos: paramilitares, guerrilla, ejército.
Ante esta situación de agonía y desespero los desplazados no deben aguantar más; está llegando la hora de actuar y ponerle coto, una salida contundente que contrarreste la arremetida y la burla por parte del Estado, y sus gobernantes.
Los desplazados son golpeados una y más veces y cuando le viene en gana a los ricos y su Estado. Esto tiene una razón de ser, es la falta de unidad y seguir confiando en el Estado. Sus luchas son aisladas, lo que permite al enemigo del pueblo convertirlos en presa fácil para golpearlos no solo en físico, también con mentiras y promesas falsas.
Es urgente intensificar la lucha buscando la unidad para la lucha y no para conciliar, que represente los intereses comunes de todos, para tener más fuerza; es indispensable no caer en la trampa de los politiqueros que ya están pescando votos para la próxima farsa electoral del 2018, porque los desplazados son un botín perfecto para los politiqueros en campaña, prometiendo que desde las urnas y los puestos del Estado, solucionarán su terribles problemas. Su lucha debe ser con total independencia organizativa, ideológica y política de las clases dominantes, de sus partidos politiqueros y su Estado.

Así como el Estado colombiano tiene sus aliados, las fuerzas armadas, los jueces y todo el estamento del gobierno; los desplazados también tienen amigos y aliados en otros sectores, como son los obreros, maestros, estudiantes, los pequeños comerciantes, vendedores ambulantes, recicldores… también sufren el flagelo de la represión y explotación; por lo tanto es vital unirse con ellos para enfrentar al enemigo y doblegar esas fuerzas represivas y explotadoras que tanto daño hacen al pueblo trabajador colombiano.

El Pueblo Lucha En Las Calles, Mientras Sus Verdugos Se Abrazan

El pasado 19 de julio se reunieron los exjefes paramilitares y los miembros del Secretariado de las Farc. Al final hubo abrazos y palmaditas en la espalda entre ambos grupos. Mucha gente del pueblo aún confía en que la guerrilla de las Farc tiene ideales revolucionarios, y confían en dicho grupo que pactó con la burguesía y con el Estado que decía combatir años atrás. Sin embargo, los hechos son más dicientes que cualquier fraseología revolucionaria. Hoy los miembros del secretariado de las Farc, no tienen escrúpulos a la hora de abrazarse con los exjefes paras, todo en nombre de la paz de los ricos.
Rabia le debe dar a la base de dicha guerrilla, ver a sus jefes abrazarse con aquellos paramilitares que les ordenaban a sus hombres cortarles la cabeza a campesinos inocentes para jugar fútbol con ella. En nombre de la paz de los ricos, la dirección de las Farc no solo concilió su entrega al Estado con el que durante décadas estuvo en conflicto en una guerra contra el pueblo, sino que ahora, en nombre de esa misma paz, se dan abrazos con los otros verdugos…al fin y al cabo, ambas partes, junto con las fuerzas armadas del Estado conformaban los ejércitos reaccionarios de la guerra patrocinada por la burguesía, los terratenientes y los imperialistas, que desplazaron campesinos pobres y medios; que mutilaron y asesinaron a gente de las masas populares; que usaron el secuestro y la extorsión como método de financiación…en fin, no es para nada raro que hoy ambos bandos, que en apariencia eran antagónicos, se den abrazos y palabras de reconciliación.

Queda más claro aún que el pueblo no debe confiar sus esperanzas de cambio social en ninguno de estos grupos y tampoco en el Estado de los ricos. El odio que se decían profesar entre todos; los muertos que pusieron todos los bandos, en su gran mayoría hijos del pueblo; la fraseología con que le subían la moral a sus tropas…todo se fue al tarro de la basura al ver como entre los jefes de ambos grupos se abrazaron para reconciliarse.
La lucha del pueblo es diferente, pues todos los conflictos tienden hacia la Huelga Política de Masas, en la cual el pueblo por medio de la fuerza organizada de la huelga en los sectores principales de la producción, obliga a los representantes del Estado de los ricos a negociar con los representantes elegidos por las masas en los Comités de Huelga o de Paro, los cuales se deben a la base y no están autorizados a tomar ninguna decisión que no sea refrendada por las bases populares de dichos órganos conformados por obreros, campesinos, estudiantes, desempleados, recicladores…en fin, por el pueblo que mueve a la sociedad por medio de su trabajo.


La actitud de los jefes de dichos Comités es muy diferente a la de los jefes de los grupos armados verdugos del pueblo. Si bien se trata de negociaciones con el Estado de los ricos, en las cuales se plantean las exigencias del pueblo que se mantiene en huelga en las calles a manera de asonadas, mítines, tomas, confrontaciones, etc., nunca un dirigente de las masas se permitirá muestras de afecto o camaradería con los representantes de los enemigos de éstas, como hoy lo hacen entre paras, guerrilleros y el Estado. Por eso, es necesario acelerar la generalización y unidad de la Huelga Política de Masas, que una al pueblo en el objetivo común de enfrentar al Estado y a los capitalistas, pues la sociedad colombiana se divide en clases sociales antagónicas, irreconciliables. Dichos comités deben trabajar por unir los conflictos en un solo haz como forma de ayudar a la unidad del pueblo y para ganar fuerzas en diferentes zonas del país; es decir, sumar fuerzas que se comprometan con la lucha directa y no con la politiquería, ni con el propósito que siempre tienen los vendeobreros o representantes de los enemigos entre las masas, de concertar y conciliar con los ricos a nombre de la “paz social” que es la que le gusta a los dueños del capital, pues les permite explotar y oprimir al pueblo que envenenado con dicha ideología pacifista burguesa, no levanta la cabeza para luchar. El llamado entonces es a no seguir el camino de la paz de los ricos representado en los abrazos que hoy se dan entre guerrilleros, paras y Estado, y sí, por el camino de la lucha directa contra los dueños del capital, como lo han mostrado diversos sectores en meses recientes, exigiendo sus derechos con ejemplares formas de protesta. No sobra recordar que, Ni el Estado ni los politiqueros, ¡Solo el pueblo, salva al pueblo!

EL CAMINO SIGUE SIENDO ¡LA HUELGA POLÍTICA DE MASAS!

Las condiciones de trabajo, salud, vivienda, educación y salarios han empeorado para los colombianos. La situación actual, muestra cómo mientras el gobierno y sus ayudantes en el establo parlamentario de todos los colores, hablan de paz, la situación de las masas es cada vez más penosa y angustiosa. Despidos masivos, rebaja salarial, paseos de la muerte, imposición de políticas educativas, reformas tributarias, pensionales, violencia contra las mujeres…en fin, un infierno que soporta el pueblo llano que vive en el país de la supuesta paz.
Pero las masas son sabias, miles de trabajadores de todos los sectores, centenares de víctimas de la guerra contra el pueblo en todas las ciudades, millones de desplazados en cada rincón del país, cientos de estudiantes, campesinos e indígenas, saltan al escenario de la lucha para exigir sus derechos, para hacer cumplir las promesas del gobierno, para impedir que sus reivindicaciones sigan siendo pisoteadas por nefastas medidas que pauperizan la vida de los de abajo. Avanza el camino por hacer realidad el Paro Nacional Indefinido, por generalizar la Huelga Política de Masas en todo el país.
Incontables luchas que ejemplarmente ha dado el pueblo colombiano, dan cuenta de la inevitable tendencia que impone el movimiento: la Huelga Política de Masas, como forma de lucha que reúne a todos los sectores en conflicto, unifica sus reivindicaciones y define un enemigo común: el Estado de los ricos hoy en cabeza de Santos.
Por eso, el camino a transitar para garantizar los derechos del pueblo colombiano sigue siendo el de la lucha y no el de la politiquería, sigue siendo el del bloqueo y la movilización y no el de las urnas, sigue siendo el de la organización independiente confiando en las propias fuerzas de las masas y no en las promesas de paz; todo esto es posible si los de debajo de unen para hacer tambalear a los de arriba, con ello se podrá arrancar de las garras del voraz capitalismo y de su Estado, los derechos arrebatados a las masas laboriosas.
¡CONTRA LOS DESPIDOS MASIVOS Y POR ALZA GENERAL DE SALARIOS, SALUD, EDUCACIÓN Y VIVIENDA PARA EL PUEBLO!
¡UNIR Y GENERALIZAR LA HUELGA POLÍTICA DE MASAS!

CONMEMORAR EL PARO CÍVICO DE 1977, UNIENDO Y GENERALIZANDO LA HUELGA POLÍTICA DE MASAS



Hace 40 años, el pueblo colombiano dijo NO A LA POLITIQUERÍA, SÍ A LA LUCHA DIRECTA; mostró una vez más que la lucha directa, organizada y en la calle, es lo que permite conquistar y defender sus derechos; que la unidad y solidaridad de los explotados y oprimidos contra el Estado de los explotadores, logra grandes triunfos.
Hace 40 años, en el Paro Cívico de 1977, a través de la huelga, del paro, se ratificó que son armas poderosas para enfrentar y ganarle al Estado, al gobierno y a los empresarios que amasan sus fortunas superexplotando a la gran masa del pueblo trabajador mediante reformas laboral, pensional y tributaria, rebajando los salarios al nivel de hambre y miseria.
Hoy, 40 años después, las condiciones reales de los de abajo son aún peores, sus problemas se han multiplicado: hay más de ocho millones de desplazados, miles de desaparecidos producto del despojo violento a los pobres del campo; explotación minera y petrolera por empresas capitalistas que están acabando con la naturaleza, el medio ambiente y ocasionando problemas de toda índole a los habitantes de estas zonas; represión y persecución laboral a los obreros; salarios integrales y contratación tercerizada; despidos masivos y altísimo número de desempleados; la salud del pueblo en manos de empresas privadas que solo les interesa la ganancia, obtenida por la mala atención, deterioro y muerte de miles de pacientes…
Estas y muchas más situaciones, obligan al pueblo a tomar el ejemplo de aquellos valientes luchadores que se levantaron como una sola fuerza, aislando la politiquería electorera; todos como uno solo: Obreros, pueblo asalariado en general, campesinos, pequeños propietarios, desempleados, amas de casa, destechados, habitantes de los cinturones de miseria, estudiantes, mujeres obreras. Fue un gran día de choque social entre la clase obrera y los dueños del capital asentando un golpe donde más duele a los ricos, con el paro de la producción industrial. Paró la industria fabril, el transporte urbano, el comercio y la producción, la educación, el trabajo en los puertos marítimos, el transporte aéreo y terrestre, hubo bloqueos de campesinos…. Las masas se enfrentaron con mucha valentía a las fuerzas represivas y a los esquiroles.
Hechos importantísimos que convirtieron el Paro “Cívico”, en una Huelga Política de Masas, fue una jornada de confrontación y no de conciliación de clases entre los de arriba y los de abajo, adquiriendo un carácter político, irreconciliable entre clases antagónicas. Esta ejemplar lucha consiguió echar para atrás los deseos de imponer el salario integral y la reforma laborar; el gobierno se vio obligado a aumentar el salario mínimo: el 1 de agosto incrementó 5,1% para disuadir el Paro. Después de la jornada, cumpliendo las condiciones del pueblo, decretó en octubre un aumento del 25,8% a partir del 1 de noviembre. Y 10,3% a partir del 1 de mayo de 1978.
“La rebeldía del pueblo forjó la voluntad para pasar por encima de los dirigentes de las centrales sindicales patronales, Confederación de Trabajadores de Colombia – CTC (liberal), Unión de Trabajadores de Colombia UTC (conservadora) y Confederación General del Trabajo – CGT (socialcristiana) y de la central reformista Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia – CSTC (falsos comunistas), obligándolas a convocar el paro nacional, uniendo por la base y al calor de la lucha al movimiento sindical, que tenía en el Sindicalismo Independiente de aquella época, su expresión más consciente y clasista”.
El pueblo trabajador colombiano, 40 años después de la ejemplar Huelga Política de Masas de 1977, debe seguir avanzando por el camino correcto, el de la lucha directa; con absoluta independencia de la politiquería, y en oposición de la farsa electorera del 2018, levantar las banderas de lucha contra el oportunismo que concilia con los enemigos del pueblo, distrae y divide a las masas trabajadoras con ilusiones politiqueras. Debe continuar e intensificar los paros, huelgas, movilizaciones, asonadas, bloqueos; avanzar en la unidad, organización e independencia confrontando de esa manera a los de arriba, peleando por: ALZA GENERAL DE SALRIOS, SALUD, EDUCACIÓN Y VIVIENDA PARA EL PUEBLO; CONTRATACIÓN DIRECTA Y ESTABILIDAD LABORAL; DERECHO DE ASOCIACIÓN, MOVILIZACIÓN Y HUELGA; SOLUCIÓN INMEDIATA Y EFECTIVA PARA LOS DESPLAZADOS…

En el 77, los de abajo enseñaron que los derechos se conquistan, encauzando los paros, huelgas, motines, asonadas, todas las luchas, por un solo camino que una a todo el pueblo en una poderosa Huelga Política de Masas. Esta es la vía hoy contra el gobierno de Santos y sus engaños de “Paz, Equidad y Educación”, porque bajo su careta democrática no ha dado nada de esto al pueblo, y sí todo en beneficio de burgueses y terratenientes, arreciando el ataque de las clases dominantes contra el pueblo, demostrando que la paz de los ricos sigue siendo guerra contra el pueblo, por eso hay que denunciar y gritar: ¡Abajo el engaño de las negociaciones de paz, que distrae a los explotados del camino de lucha directa para conquistar y defender sus derechos!
Mientras entretiene con sus falsas promesas de paz, incrementa el número de asesinatos, amenazas, desapariciones y atentados contra líderes sociales; por tanto la consigna debe ser: ¡CONTRA el terrorismo de Estado que coarta, detiene, elimina o desaparece a quien no acepta los designios del Estado representante de los intereses de los burgueses, terratenientes e imperialistas!
Durante el gobierno del premio Nobel de Paz, ha seguido el desplazamiento. El pueblo debe levantarse CONTRA la guerra reaccionaria que ha generado en los últimos años millones de víctimas y continua despojando violentamente y con engaños a los pobres del campo.
Una de las reivindicaciones en el paro del 77 fue la jornada laboral de 8 horas y salario básico para los conductores del transporte público. Hoy el pueblo debe pelear CONTRA la imposición del monopolio en el transporte público, el aumento en las tarifas, su pésimo servicio y las condiciones infernales en que laboran sus trabajadores.
Sobradas razones hay para conmemorar los 40 años del Paro de 1977, siguiendo su ejemplo de lucha directa y en las calles, diciendo NO a la politiquería, sin caer en la trampa de la próxima campaña electorera de quienes aprovechan para hacer miles de promesas y alcanzar puestos en el corrupto Estado, utilizando como carnada todos los problemas de los de abajo ocasionados por los de arriba, y que no tendrán solución desde ese Estado que salvaguarda solamente los intereses de los ricos.
Hoy, 40 años después, que sea un motivo para fortalecer los lazos de unidad y hermandad entre los explotados y oprimidos avanzando hacia la realidad del Paro Nacional Indefinido, para unir y generalizar la Huelga Política de Masas en Colombia “que paralice la producción en todo el país, que involucre a todos los trabajadores, sobre todo a los obreros industriales, para exigir directamente al Estado las reivindicaciones más urgentes de las masas trabajadoras.” “Huelga Política de Masas  que contribuye a preparar el avance general del movimiento obrero en alianza con los campesinos, hacia la Revolución Socialista que necesita la sociedad colombiana.” (Plataforma de Lucha del pueblo colombiano)


Comités de Lucha – Colombia

El Estado no le garantiza la salud ni a sus defensores, mucho menos al pueblo.

Los invitamos a salir a las calles a protestar el próximo 14 de Septiembre, uno de los motivos es el pésimo sistema de salud que los ricos le ofrecen al pueblo: paseos de la muerte, niegan medicinas y tratamientos, EPS que se lucran con la muerte y el sufrimiento de los pobres. Por eso, ¡todos a las calles el 14S, día de la Indignación Popular!